23/6/07

Cerrajería

La dificultad para abrir o cerrar una (o varias) puerta(s) muchas veces tiene su origen en el llavín. Metemos la llave y resulta que se queda pegada, entonces abrir y cerrar se vuelve algo demasiado dificultoso. Y entonces comenzamos a inventar toda clase de tácticas: levantar un poco la llave antes de girarla, devolverla un poco (como sacándola) después de haberla hecho entrar hasta el fondo, hacer unos movimientos repetidos en forma más o menos circular mientras hacemos girar la llave simultáneamente para ver en qué momento por fin da vuelta y abre, etc.

En estos casos (como en tantos otros) lo primordial es recordar las cosas más básicas; las que se olvidan (o se prefieren olvidar) simplemente por ser tan obvias o porque parecen demasiado triviales. Por lo tanto, antes de ponerse a inventar tantos movimientos absurdos e inútiles que lo único que lograrán tarde o temprano es dañar el llavín o quebrar la llave, es preferible revisar algo básico: la lubricación. Sí, los llavines también necesitan lubricación!

Concretamente en la situación que estamos tomando de ejemplo, bastó algo de lubricación para que la llave fácilmente girara y la puerta abriera (o cerrara). Se comprobó así que no era necesario tanto movimiento ni tanta estrategia. Ahora la llave no se pega, la puerta abre y cierra sin mayor dificultad y todo (sí, de nuevo!) por algo tan básico: lubricación.

Por ello, la recomendación es que revise usted qué tanto le cuesta abrir y cerrar su puerta. Pregúntese usted en qué estado está su llavín. Entérese usted qué necesita para la respectiva lubricación y, finalmente, lubrique adecuadamente su llavín!

Como detalle extra, puede también lubricar las bisagras y eliminar las piedrillas que se meten debajo de la puerta obstaculizando el movimiento y causando muchas veces un molesto ruido a la hora de abrir o cerrar.

Si el problema persiste o se presenta a la hora de pasar la doble llave, es preferible que consulte a un cerrajero profesional.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, la lubricación.... Ayuda!, así como un par de copas a quitarse algún temor no arraigado... No tiene que ver con cerrar puertas, pero sin duda hay a quien se las abre...

Te insisto.... por más que mi llavín esté en regla no tiene porqué comportarse de la misma forma abriendo que cerrando. La presión que mi mano pueda (o quiera) ejercer hacia uno u otro lado es distinta; llegando a desesperarme, haciéndome pensar porqué no soy capaz de cerrar esta puerta que antes abrió sin ninguna dificultad!!

Entonces, cuando empiezo a buscar respuestas más allá de la simple mecánica de cerrojos pienso que quizás inconscientemente algo hace que no se cierre... Podría ser que el llavín de mi oficina busque decirme: "Pero diay!! Adónde vas?!?.... Queda mucho por hacer!!. No dejés para la mañana lo que podés hacer hoy!"...

Quizás es eso lo que mi muñeca me grita cada vez que se niega a girar ese llavín cuando voy de salida: "No huyás de la relidad!! cobarde! Sabés qué aunque salgás hay cosas que no se pueden tapar con un dedo".

Creo que algunos llavines tienen la potestad de ser más que un objeto utilitario. Desde hoy les prestaré más atención.... Si de lubricación simple se trata será mejor que intentés con el rebelde del mío.

Yo... me doy por vencida.

FexCR dijo...

Que pasa cuando uno intenta abrir el llavín con la llave que no es la correcta??
No les ha pasado que uno llega en estado "alegre" a la casa y no encuentra la llave correcta y por lo tanto el portón no abre aunque esté bien lubricado.

Hay que saber entonces cual es la llave correcta para no cometer el error de quebrarla adentro y después definitivamente no poder entrar.

Grafito para el llavín?

Eduardo dijo...

qfy: aunque la acción es en principio la misma -sólo que en dirección opuesta-, ciertamente no es lo mismo abrir que cerrar, mucho menos cuando tu llavín dice cosas y hace preguntas!! Interesante caso el tuyo con esos 'llavines parlantes' (a mí generalmente la que me habla y pregunta es la puerta).

hombre azul: sí me ha pasado, claro! Si la llave es la incorrecta se termina quebrando o se daña el llavín y al final se da el lamentable resultado: la puerta no se mueve, o si lo hace no hay manera de asegurar con doble llave. Incluso es parecido con otro tipo de llaves: las de aflojar o socar tuercas. La llave incorrecta termina no haciendo nada o trasroscando horriblemente hasta que hay que partir las ya de por sí inservibles tuercas.

PD: el aceite también funciona y es más barato, pero dura menos que el grafito...